La angiotomografía coronaria es un procedimiento de diagnóstico por imágenes que se utiliza para evaluar las arterias coronarias y detectar posibles obstrucciones o estrechamientos. Es una herramienta útil en el diagnóstico de enfermedades cardíacas y en la evaluación de pacientes con riesgo de enfermedad coronaria.

La angiotomografía coronaria se realiza mediante la inyección de un medio de contraste en las venas del paciente, seguido de la realización de una tomografía computarizada. Durante el procedimiento, el paciente debe permanecer inmóvil y seguir las indicaciones del médico o técnico radiólogo.

No, la angiotomografía coronaria no es dolorosa. Sin embargo, algunos pacientes pueden experimentar una sensación de calor o una leve molestia en el lugar de la inyección del medio de contraste. Estas sensaciones suelen ser temporales y desaparecen rápidamente.

El tiempo de duración de una angiotomografía coronaria puede variar, pero generalmente oscila entre 10 y 30 minutos. Sin embargo, es posible que se requiera un tiempo adicional para la preparación previa al procedimiento y para la evaluación de los resultados.

Si bien la angiotomografía coronaria es un procedimiento seguro, existen algunos riesgos asociados, como reacciones alérgicas al medio de contraste o la exposición a radiación. Sin embargo, estos riesgos son mínimos y los beneficios del procedimiento suelen superarlos. Es importante informar al médico sobre cualquier alergia o condición médica previa antes de realizar la angiotomografía coronaria.