Procedimientos de urgencia y programados para tratar de reducir la incidencia y efectos de las enfermedades cardiovasculares y neurovasculares, con la tecnología más avanzada.
La hemodinamia es una especialidad médica que se encarga de estudiar y diagnosticar las enfermedades del sistema cardiovascular. Se utiliza para evaluar el funcionamiento del corazón y los vasos sanguíneos, así como para realizar procedimientos terapéuticos como angioplastias y colocación de stents.
La hemodinamia permite obtener imágenes detalladas del sistema cardiovascular, lo que facilita el diagnóstico de enfermedades cardiacas y vasculares. Además, permite realizar procedimientos mínimamente invasivos, lo que reduce el riesgo y el tiempo de recuperación para el paciente.
El estudio de hemodinamia se realiza en un laboratorio especializado. Se introduce un catéter en una arteria o vena del paciente y se guía hasta el corazón o los vasos sanguíneos a través de imágenes en tiempo real. Durante el procedimiento, se pueden tomar muestras de sangre, medir la presión arterial y realizar angiografías.
El estudio de hemodinamia se indica en casos de sospecha de enfermedades cardiacas o vasculares, como angina de pecho, infarto de miocardio, enfermedad de las arterias coronarias, aneurismas, entre otras. También se utiliza para evaluar la efectividad de tratamientos previos o para realizar procedimientos terapéuticos.
Aunque un estudio de hemodinamia es un procedimiento seguro, existen algunos riesgos asociados, como reacciones alérgicas al contraste utilizado, sangrado en el sitio de punción, infecciones, daño a los vasos sanguíneos o al corazón, entre otros. Sin embargo, estos riesgos son poco frecuentes y suelen ser controlados por el equipo médico.