La hemodiálisis y la diálisis peritoneal son tratamientos médicos utilizados para filtrar y limpiar la sangre en pacientes con enfermedad renal crónica.

La hemodiálisis se realiza dentro de un Hospital, el cual utiliza una máquina que filtra la sangre fuera del cuerpo, mientras que la diálisis peritoneal se puede realizar en casa utilizando el revestimiento del abdomen como filtro.

Cada sesión de hemodiálisis suele durar alrededor de 3 a 4 horas y se realiza de 3 a 4 veces por semana, dependiendo de las necesidades del paciente.

Algunos de los riesgos asociados con estos tratamientos incluyen infecciones, cambios en la presión arterial, desequilibrios electrolíticos y complicaciones relacionadas con el acceso vascular.

Estos tratamientos se recomiendan cuando los riñones no pueden filtrar adecuadamente los desechos y el exceso de líquido del cuerpo, lo que puede ocurrir en casos de enfermedad renal crónica o insuficiencia renal.