La ecocardiografía es una prueba diagnóstica que utiliza ultrasonidos para obtener imágenes del corazón y evaluar su funcionamiento. Se utiliza para detectar y evaluar enfermedades cardíacas, como problemas en las válvulas cardíacas, enfermedades del músculo cardíaco y defectos congénitos.

La ecocardiografía transtorácica se realiza colocando un transductor en el pecho del paciente, mientras que la ecocardiografía transesofágica se realiza introduciendo un transductor a través del esófago. La ecocardiografía transesofágica proporciona imágenes más detalladas del corazón, pero requiere una sedación ligera.

En la mayoría de los casos, no es necesario realizar ninguna preparación especial antes de una ecocardiografía. Sin embargo, es posible que se le indique no comer ni beber nada durante varias horas antes del examen, especialmente si se va a realizar una ecocardiografía transesofágica.

La duración de una ecocardiografía puede variar, pero generalmente dura entre 30 y 60 minutos. La ecocardiografía transesofágica puede llevar más tiempo debido a la necesidad de sedación y a la obtención de imágenes más detalladas.

No, la ecocardiografía no es dolorosa. Durante el examen, se aplica un gel en el pecho del paciente y se mueve suavemente el transductor para obtener las imágenes necesarias. Puede sentirse una ligera presión en el pecho, pero no debería causar dolor.