Es un tratamiento médico que utiliza radiación ionizante para combatir y reducir el tejido canceroso en el cuerpo. Esta modalidad terapéutica es fundamental en la lucha contra el cáncer y se administra con precisión para afectar específicamente las células malignas, minimizando al mismo tiempo el daño en los tejidos sanos circundantes.
La radioterapia es un tratamiento médico que utiliza radiación ionizante para destruir células cancerosas y reducir el tamaño de tumores. Funciona dañando el ADN de las células cancerosas, impidiendo su crecimiento y reproducción.
Los efectos secundarios de la radioterapia pueden variar dependiendo del área tratada, pero los más comunes incluyen fatiga, irritación de la piel, pérdida de cabello temporal y problemas digestivos. Estos efectos suelen ser temporales y desaparecen después del tratamiento.
El número de sesiones de radioterapia necesarias depende del tipo y etapa del cáncer, así como de la respuesta individual del paciente al tratamiento. Por lo general, se realizan varias sesiones a lo largo de varias semanas para asegurar la efectividad del tratamiento.
La radioterapia en sí no es dolorosa, ya que la radiación no se siente. Sin embargo, algunos pacientes pueden experimentar molestias o sensaciones de calor durante el procedimiento. El equipo médico trabajará para minimizar cualquier incomodidad y brindar apoyo durante todo el proceso.
Durante la radioterapia, es importante seguir las instrucciones del equipo médico. Algunas precauciones comunes incluyen evitar la exposición al sol en el área tratada, mantener una buena hidratación, evitar el uso de productos irritantes en la piel y seguir una dieta saludable para ayudar al cuerpo a recuperarse.
