Sistema que, gracias a la combinación en el mismo equipo de un tomógrafo y un acelerador lineal, administra dosis de radiación con una precisión milimétrica al tumor, protegiendo los órganos circundantes sanos, puede ser utilizada para el tratamiento de cáncer en todos los órganos, incluyendo mama, próstata, pulmón, cerebro, columna, hígado, páncreas y riñón, entre otros.
La tomoterapia es un tratamiento de radioterapia de alta precisión que utiliza un sistema de imagen por tomografía computarizada (TC) para guiar la administración de radiación. Este sistema permite administrar dosis de radiación altamente focalizadas y precisas, minimizando el daño a los tejidos sanos circundantes.
La tomoterapia ofrece varias ventajas, como la capacidad de adaptar la dosis de radiación a la forma y tamaño exactos del tumor, la reducción de los efectos secundarios al minimizar el daño a los tejidos sanos, y la posibilidad de tratar tumores en áreas difíciles de alcanzar con otros métodos de radioterapia.
La duración de un tratamiento de tomoterapia varía según el tipo y la etapa del cáncer, así como las necesidades de cada paciente. En general, suele durar entre 4 y 8 semanas, con sesiones diarias.
No, recibir tomoterapia no es doloroso. Durante el tratamiento, el paciente se acuesta en una camilla y el equipo de tomoterapia se mueve alrededor del cuerpo emitiendo la radiación. El paciente no siente nada durante el procedimiento y puede volver a sus actividades normales después de cada sesión.
Los efectos secundarios de la tomoterapia varían según el área tratada y la sensibilidad individual del paciente. Algunos efectos secundarios comunes pueden incluir fatiga, irritación cutánea, náuseas y pérdida temporal de cabello en el área tratada. Sin embargo, estos efectos secundarios suelen ser temporales y desaparecen al finalizar el tratamiento.