Administración de oxígeno al 100% de forma intermitente, en un ambiente presurizado, que aumenta el suministro de oxígeno a los tejidos lesionados, forma nuevos vasos sanguíneos, acelera la cicatrización de heridas, mejora el control de la infección, preserva los tejidos lesionados, elimina o reduce los efectos de sustancias tóxicas, disminuye o elimina la obstrucción de los vasos.