La densitometría ósea es una prueba médica que se utiliza para medir la densidad mineral ósea y determinar la salud de los huesos. Se utiliza principalmente para diagnosticar y monitorear la osteoporosis y evaluar el riesgo de fracturas óseas.

Durante una densitometría ósea, el paciente se acuesta en una mesa mientras una máquina emite una pequeña cantidad de radiación de rayos X para medir la densidad mineral ósea. El procedimiento es rápido, indoloro y no invasivo.

No se requiere ninguna preparación especial para una densitometría ósea. Sin embargo, se recomienda evitar tomar suplementos de calcio o medicamentos que contengan calcio antes del examen, ya que pueden afectar los resultados.

El tiempo que dura una densitometría ósea varía, pero generalmente toma alrededor de 10 a 30 minutos. Es un procedimiento rápido y sencillo que se puede realizar en una visita ambulatoria.

Sí, la densitometría ósea es un procedimiento seguro. La cantidad de radiación utilizada es mínima y los beneficios de obtener información precisa sobre la salud ósea superan los riesgos potenciales. Sin embargo, es importante informar al médico si está embarazada o sospecha estarlo, ya que la radiación puede ser perjudicial para el feto.